HIPERURICEMIA Y GOTA

La gota es una enfermedad pintoresca que es fuente inagotable de mitos y leyendas. Es siempre consecuencia de la hiperuricemia. Con frecuencia ambas se confunden ¿Qué se tiene que saber de la gota y de la hipeuricemia?

La gota es un ataque agudo de artritis que se debe a la precipitación de cristales de ácido úrico en el interior de la articulación. Casi siempre afecta a miembros inferiores (dedo gordo, tobillo o rodilla) y en los casos más severos puede acompañarse de fiebre y postración general. En las primeras fases, los “ataques” son autolimitados y no suelen durar más de 10 días. Siempre es una consecuencia de una hiperuricemia mantenida durante años.

La hiperuricemia es un desorden metabólico que cursa con niveles excesivos de ácido úrico en sangre. Esto puede ocurrir fundamentalmente por dos motivos: a) que se produzca más de lo necesario, o, b) que se excrete menos de lo que se debería. En la inmensa mayoría de los pacientes se da un exceso de producción endógena de ácido úrico,: En estos casos, no es raro encontrar antecedentes familiares. El cuerpo humano se defiende de ese “exceso de producción” excretando más por los riñones (pueden aparecer cólicos nefríticos de ácido úrico) y “aparcando” el exceso de ácido úrico en los depósitos naturales del cuerpo: vísceras, articulaciones y piel. Eso ayuda a comprender, entre otras cosas, porqué las vísceras de los animales son un “veneno” para los gotosos: También esto explica porqué a los gotosos de larga evolución les salen “bultos” indoloros debajo de la piel. Estos “bultos” se llaman tofos , obedecen al depósito de ácido úrico,y, cuando se abren, drenan una pasta blanca lechosa parecida al yeso (ácido úrico en altísimas concentraciones)

Tratamientos

  • Tratamientos de la hiperuricemia: alopurinol y febuxostat.
  • Tratamientos del ataque de gota: pegloticasa, anakinra, canakinumab.