Pocos pueden dudar que el pilates, por méritos propios, es uno de los ejercicios de moda. Los médicos nos encontramos cada vez más cómodos prescribiéndolo por su utilidad en problemas médicos complejos. Pero…¿son todo ventajas?
Pilates: sí
“En 10 sesiones se siente la diferencia, en 20 sesiones se ve esta diferencia y en 30 se tendrá un cuerpo nuevo” Pocas actividades deportivas pueden hacer suyo este lema de Joseph Pilates, el creador del método. Se trata de un ejercicio armónico, plurimuscular, de auto-control y coordinación, con el que se puede trabajar sin apenas sobrecarga articular. Toda una ventaja. Desarrolla la propiocepción, el equilibrio y contribuye decisivamente a la compensación de asimetrías. El pilates ha trascendido su concepto originario de «ejercicio exclusivo para la espalda». Su propia evolución (apoyada en nuevos aparatos) hacen de este método un ejercicio muy completo, también, para las extemidades superiores e inferiores. Frente a otras actividades físicas, el mérito de este método es que todo este potencial se desarrolla de manera controlada. Trabajando selectivamente sobre grupos musculares antagónicos a los que se les hace funcionar en busca de la compensación y el equilibrio.
Pilates: depende
«El gran aliado puede ser el gran culpable en tan sólo una clase».
No vale cualquier profesional
Existen dudas razonables acerca de la capacitación de muchos instructores. La formación en pilates es heterogénea y carece de certificación oficial validada, de tal manera, que prácticamente cualquiera puede erigirse en instructor siempre que se pueda pagar el curso de formación.
Ojo con el pilates «low-cost»
El pilates es un ejercicio gravoso comparado con otras formas de hacer deporte. La ejecución correcta y controlada es «el todo o la nada» de este ejercicio. Ello, indefectiblemente, requiere de la supervisión meticulosa de un profesional cualificado y esto, lógicamente, ha de tener su coste. Conocedores de que el coste es una barrera, muchos gimnasios o estudios de pilates han optado por abaratar precios incrementando el número de alumnos por clase y restringiendo el pilates a su variedad «matt o suelo». De esta manera el coste/hora del monitor se sufraga entre más personas y también se ahorra un buen dinero en un aparataje costoso que, si bien no imprescindible, siempre es aconsejable para ayudar a una mejor ejecución y aumentar la variedad de programas y clases.
Precaución si tiene alguna lesión
Si el pilates se utiliza para tratar o prevenir lesiones debe existir una valoración especializada previa, con criterio, que evalúe la lesión, su impacto funcional y establezca las pautas del programa a seguir (objetivos a conseguir y a evitar). Más allá de su carácter lúdico, el pilates es una herramienta terapéutica poderosa que debe estar sujeta a un control especializado.
Como especialista del aparato locomotor, en el pilates veo una alternativa excelente para ofrecer a aquéllas personas de edad que buscan sobrellevar mejor el paso del tiempo. Casi todas, con dolor de espalda crónico. Me parece perfecto para aquéllos que quieren alargar su vida deportiva, particularmente, los golfistas. No en vano, el método pilates forma parte de la preparación física de atletas de élite. Desde el punto de vista reumatológico, tiene inumerables ventajas para afecciones inflamatorias de la espalda, como las espondiloartritis. Por todo ello el pilates está incluido, desde hace años, en diversos programas de fisioterapia y rehabilitación en USA.