Hace poco revisé con agrado un artículo que aborda con acierto un escollo áspero cuando se trata de prescribir metotrexato: Doctor, ¿qué me dice del metotrexato y alcohol ?
Vivimos en un país en el que el alcohol (guste o no) es un vehículo de relación social. Difícilmente concebimos salir con amigos sin tomarnos nuestra cervecita o copita de vino. Este par de copas parece un problema insalvable cuando se trata de tomar también metotrexato ya que los médicos somos taxativos en este aspecto: la ingesta de alcohol está contraindicada cuando se toma también metotrexato. El paciente sale inevitablemente abatido de la consulta – No sólo me han prescrito un «veneno»  crónico ¡También me han prohibido mi copita!– Es difícil resignarse y no pensar que es una exageración -«Total por una copita… ¡A ver que dice Google!– Pero Google mantiene el mismo discurso y cristalinamente dice en primera página: » Tomar alcohol mientras está tomando metotrexato puede causar problemas graves del hígado».
Nunca me han gustado los dogmas. Soy un firme convencido de que la mejor adherencia al tratamiento (sea cual sea) se consigue informando y corresponsabilizando al paciente. Haciéndole partícipe de su tratamiento. Tutelando la toma de decisión con la información más veraz y completa posible. En definitiva, personalizando su proceso de sanación. Que el metotrexato es un fármaco potencialmente hepatotóxico: es un hecho. Que la ficha técnica advierte textualmente que interacciona con el alcohol etílico aumentando la hepatotoxicidad: es otro. Lo que no está tan claro es la dosis de alcohol y de metotrexato para que ello aparezca. En otras palabras: ¿cuánto alcohol se podría tomar si se está recibiendo metotrexato a dosis reumatológicas?

Unidades de alcohol: vino

Unidades de alcohol: cerveza

En un reciente artículo realizado sobre 11.839 pacientes y publicado en Annals of the Rheumatic Diseases , los autores cuantifican la mínima dosis de alcohol compatible con el metotrexato. Después de un exhaustivo estudio llegan a la conclusión de que el consumo de < 14 unidades semanales son compatibles con las dosis de metotrexato habitualmente empleadas en reumatología (5 a 25 mg semanales). Consumos > 21 unidades semanales aumentan muy significativamente el riesgo de transaminasitis. La transaminasitis es la elevación (asintomática) de las transaminasas (hasta 3 veces el valor normal) y es un indicador de inflamación del hígado. Una unidad de alcohol es el equivalente a 10 ml o 8 gramos de alcohol puro y es un indicador muy utilizado en el Reino Unido para cuantificar el consumo de alcohol.

Por tanto, contestando a la pregunta que titula esta entrada, mi opinión es: metotrexato y alcohol NO son absolutamente incompatibles. En casos de desconocimiento del entorno psico-social del paciente, mi recomendación se alinea con el «dogma» y prohíbo el consumo de alcohol. Si por el contrario, conozco bien los hábitos y estoy seguro del sentido común del paciente, mi recomendación se aleja del «dogma» y autorizo un consumo «sensato» de alcohol (en cantidades algo menores arriba indicadas). Para la Sociedad Británica de Reumatología (BSR) el metotrexato y alcohol TAMPOCO son incompatibles y recomiendan un consumo de alcohol «within de national limits» ¡Hay que ser muy British…!