La artrosis de manos es una de las formas clínicas más prevalente de la artrosis. Afecta a millones de personas en todo el mundo castigando, particularmente, a las mujeres. Desgraciadamente, todavía no se dispone de un tratamiento curativo. Las medidas farmacológicas para tratar la artrosis de manos no siempre son posibles por su toxicidad o efectos secundarios. Esto genera enorme frustración. La paciente queda «huérfana» de tratamiento y condenada indefinidamente al dolor y a la progresiva deformidad de las manos. En este contexto, las medidas no farmacológicas adquieren mayor relevancia y protagonismo al tratarse de tratamientos completamente seguros y sin efectos secundarios. Entre éstas, se encuentran los guantes terapéuticos, muy utilizados por los terapeutas ocupacionales.
Los prometedores resultados de un reciente ensayo clínico realizado por nuestro equipo (en colaboración con dos hospitales madrileños) con un guante terapéutico pionero para la artrosis de manos, nos animan a compartir sus resultados (en primicia) con el mejor ánimo de ayudar a todos los pacientes que sufren este doloroso problema. La buena noticia es que estos guantes son investigación 100% española y ya están disponibles comercialmente en el siguiente enlace.
Objetivo: Evaluar la seguridad y eficacia de un guante terapéutico multimodal (MTG) en pacientes con artrosis de mano nodular.
Métodos: Durante 60 días, todos los pacientes recibieron dos sesiones de 15 minutos (mañana y noche) con el guante terapéutico. El guante aplicó simultáneamente calor, vibración y movilidad pasiva articular sobre las articulaciones interfalángicas de los dedos. El efecto del guante se evaluó tras 60 días de tratamiento y los resultados se compararon con su situación previa a su uso. El dolor de manos se evaluó usando: la Escala Visual Analógica (EVA) para el dolor, el recuento de articulaciones hinchadas y doloridas, el Brief Pain Inventory (BPI) y determinando los minutos de rigidez y entumecimiento matinal de las manos. Para evaluar la mejora en la fuerza y destreza de la mano, se utilizó el Pain Disability Index (PDI) y la fuerza de prensión medida con un dinamómetro.
Resultados: Treinta y tres mujeres y siete varones (media de edad = 62,4 ± 9,7) con artrosis de manos moderada-grave (80% clase III o IV de Dreisser) finalizaron el ensayo clínico. Después de 60 días, se observó una disminución significativa (>50%) de todas las medidas relacionadas con el dolor (EVA, BPI, recuento de articulaciones dolorosas y rigidez matutina). La destreza de la mano medida por el BPI también mejoró significativamente (> 50%). La fuerza, el recuento de articulaciones inflamadas y la rigidez matutina de las manos mejoraron aunque la respuesta no resultó ser estadísticamente significativa. Todas estas mejoras se consiguieron sin detectarse efectos adversos.
Conclusiones: los resultados de este estudio piloto con el guante terapéutico multimodal confirman que se trata de un dispositivo eminentemente seguro que puede mejorar notablemente el dolor y la función de los pacientes con artrosis de manos.