La tendinitis de hombro es una de las afecciones más comunes en reumatología. «Doctor no me puedo quitar el jersey. Me cuesta mucho coger el cinturón de seguridad o ponerme la chaqueta…» ¡Dichoso dolor de hombro!. Lo peor, es que uno piensa que se le pasará con el tiempo… Para aquéllos que padezcan este latoso tormento, cinco consejos esenciales.
TENDINITIS DE HOMBRO: nunca pienses que «se pasará sóla»
El hombro es la articulación más móvil del organismo. El precio a pagar es su relativa inestabilidad. Para que el hombro sea móvil y no se lesione, su musculatura ha de estar perfectamente armonizada y compensada. Ante estímulos dolorosos, viciamos el movimiento para no hacernos daño y «pinzamos» el tendón del músculo supraespinoso (o la bursa que tiene justo encima). La cabeza humeral asciende y de esta manera «pinza» el tendón contra otro pequeño hueso llamado acromion (ver figura), perpetuando el proceso sin que nunca llegue a curarse.
TENDINITIS DE HOMBRO: mejora tu postura al dormir.
Muchas veces algo tan aparentemente intrascendente como la postura al dormir explica la aparición de este problema. La tendinitis de hombro es muy frecuente en las personas que duermen con el brazo debajo de la almohada. En esta posición, el peso de la cabeza potencia un «efecto sandwich» en el que el acromion y la cabeza humeral comprimen al tendón del supraespinoso, irritándolo y perpetuando el mecanismo de lesión.
TENDINITIS DE HOMBRO: persigue un buen diagnóstico.
No todos los dolores de hombro son tendinitis. El hombro es una zona en la que se perciben dolores sin que necesariamente el problema esté ahí. Es muy frecuente que hernias cervicales o cervicoartrosis se manifiesten solamente por dolor en hombro. En ciertos tumores pulmonares (Tumor de Pancoast), también puede doler el hombro. Existen cólicos de vesícula que, a veces, sólo dan dolor en hombro derecho. Por último, hay ciertos tipos de artritis que debutan en los hombros simulando una tendinitis. Por tanto, antes de acudir al fisioterapeuta, hay que tener un diagnóstico certero. ¿Quién mejor para hacerlo que el médico de las articulaciones: el reumatólogo?
TENDINITIS DE HOMBRO: confía en el tratamiento conservador.
La tendinitis de hombro es un proceso tedioso y, normalmente, largo de recuperar. Sin embargo, se cura. En mi experiencia, es raro el caso que acaba en cirugía. El reumatólogo, además de diagnosticar y tutelar la recuperación, puede complementar la labor del fisio con tratamientos farmacológicos y con infiltraciones ecoguiadas. Más allá de las tradicionales infiltraciones de corticoides, el bloqueo del nervio supraescapular, la administración de factores de crecimiento, los lavados de calcificaciones o las infiltraciones de ácido hialurónico pueden potenciar enormemente el tratamiento fisioterápico.
TENDINITIS DE HOMBRO: si tienes una rotura tendinosa, no desesperes.
En casos de cronificación de la tendinits, el tendón se va «desflecando» hasta que se rompe por completo. En estos casos, los «tendones hermanos» cobran protagonismo y suplen en gran medida al tendón roto manteniendo la misma movilidad. Aunque parezca sorprendente, a veces duele más el hombro con el tendón íntegro (pero inflamado) que con el tendón roto.